¿Alguna vez os habéis fijado en eso que llevan los niños colgado del cuello a la hora de comer? Sí, ¿eso que al acabar parece que ha comido incluso más que el propio jovenzuelo? Pues se llama babero, y sirve para mucho más que eso, porque aunque no lo parezca, puede ser un juguete realmente divertido.
¡Diversión con el babero!
El babero es esa prenda que paramos de usar cuando dejamos de ser niños y que más de uno necesitaría cuando empieza a ser adulto. Porque ¿quién no se ha echado alguna vez una medalla mientras come? Todos en algún momento hemos acabado con alguna que otra mancha.
No solemos usarlos de adulto, pero más nos valdría en determinadas situaciones. ¿Quién no los ha echado de menos al comer gambas y darse cuenta de esa mancha que tantísimo costará eliminar?
Dentro de las utilidades del babero, sabemos que principalmente lo usamos para que la ropa de los niños no se ensucie mientras comen.
Pero no es la única utilidad. También hay modelos muy bonitos y vistosos para que nuestros niños lo lleven puesto cuando salimos a la calle. Es genial cuando están saliendo los dientes del bebé y no paran de echar babitas.
Esta utilidad también estaría bien para más de un adulto, dada la facilidad con la que llegan a babear, dependiendo de la situación, jejeje.
Oye, pero ya puestos, seguro que podemos usar el babero para otras cosas.
Salimos de fiesta o despedida de soltero con nuestros amigos y… ¿por qué no ponérnoslo de complemento a modo de corbata? Vamos todos iguales, y así nos ahorramos que una mancha nos arruine la fiesta.
También lo podemos usar para hacer una bolsita para meter lo que se nos ocurra. ¿Una bolsita? Sí, como habéis leído. Juntamos dos baberos y le cosemos los bordes entre sí. De esta manera quedará cerrado, formando una cestita, y usaremos los cordones para cerrarla.
¿A qué no se os hubieran ocurrido estas ideas? Pues ya tenéis algunas utilidades divertidas para usar los baberos de los niños. ¡Imaginación al poder!
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